Lagunas sagradas. Sacred lakes. Laghi sacri. Jorge Cavelier
El dorado: gratitud a la vida
La leyenda recreada por el cronista español del siglo XVI hablaba del oro americano con especial fruición.
El designado donaría las ofrendas de oro a la laguna sagrada de las altas montañas andinas cada año en el plenilunio cercano al equinoccio. Aquel mismo, recubierto de oro en su cuerpo, se bañaría una vez hubiese lanzado al agua las ofrendas enviadas por la comunidad.
El mismo episodio se habría repetido por años sin memoria. En ese ritual se aseguraría la bondad de las cosechas sustentadoras de la especie así como el retorno de la creatividad al espíritu humano. La intención de agradecer a la inteligencia universal por el milagro de la vida trascendía la visión del metal incorruptible como elemento de riqueza para ser acumulado. A la fluidez del agua y su capacidad de generar vida se habría de unir el metal, a las profundidades de la laguna irían las piezas llenas de ingenio y trabajo creativo.